En el basket, como en la totalidad de los deportes, es importante sacar ventaja de las imprecisiones del contrario y eso precisamente hacen este jueves los Warriors de Golden State para, en terreno ajeno, dar cuenta de los Celtics de Boston y alzar su séptimo título campeonil en la NBA.
Durante los primeros minutos del sexto duelo, los de casa lucen bien, en control de su esquema y de la pizarra, sin embargo, a medida que el reloj prosiguió su inexorable avance, todo eso se diluyó, ahí la visita aprovecha para terminar arriba el primer cuarto 27-22.
Esta tónica se afianza en el segundo tiempo, donde Celtics se mostró más impreciso aún, cayendo en pérdidas de balones y además de disminuir su acierto en los distintos tipos de tiro en cancha, lo que le permite a Golden State llevarse ese tiempo 27-17, elevando su ventaja general a 54-39.
Comenzado el tercer período, Boston no logró reencontrarse en los primeros minutos, pero mostró una cara del todo distinta de modo acelerado, recortando la desventaja de 22 para acercase a solo 10 tantos, 76-66.
Una vez más, para el conjunto californiano vital resultó el desempeño de Stephen Curri, quien en este sexto partido aportó 34 puntos desglosados en 12 tiros de 2 tantos, 6 triples y 4 tiros libres, a esto añadió 7 rebotes y 7 asistencias en 39:55 minutos en cancha. Con todo esto terminó de garantizar su elección como el Jugador Más Valioso.
Andrew Wiggins del mismo modo destacó con su aporte de 18 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias.